Este Sábado estuve en la Mar menuda (Tossa de Mar), donde realicé una inmersión de gran significado para mi por dos motivos. Primero porque la hice con mi pareja con la que no buceaba desde el 6/11/05, debido a que hemos sido Padres y entre el embarazo, el postparto, la lactancia y todo lo que conlleva ser padres, hemos estado más de un año y medio sin bucear juntos y segundo, porque esta era mi inmersión número "100", cifra que para mi al igual que para todo buceador resulta un tanto especial. La inmersión para el que la conozca ya sabe que es sencilla y muy entretenida, ya que si quieres no hace falta bajar más de 20 metros para ver gran diversidad de vida y además la orientación es relativamente fácil, siendo difícil perderse. En esta última inmersión vimos una Dorada que bien podría hacer entre 1 y 2 kilos nada más empezar, también vimos un pequeño y huidizo Mero al que me fue muy difícil fotografiar, también vimos un Tacó que es un maestro del camuflaje y también vimos grandes bancos de Sargos y Mojarras. También nos asomamos a la llamada Cueva del Rape a ver si veíamos algo interesante, pero en esta ocasión no había nada destacable, en otras ocasiones he visto alguna que otra Brótola. La inmersión duro 63 minutos con una profundidad máxima de 20'7 metros y la temperatura del agua de 16ºc.
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